“Gracias” al impacto medioambiental de los gases de efecto invernadero, la técnica se ha visto “obligada” a crecer  hacía la ausencia de fugas en los sistemas. La directiva 2006/40/CE, determina expresamente la cantidad máxima permisible de refrigerante que puede fugar al año de los sistemas  de A/A instalados en los vehículos, 40 gramos/año, para sistemas de un sólo evaporador  y  60 gramos/año para sistemas de doble evaporador.

No obstante, debido por una parte a las limitaciones técnicas constructivas de los sistemas, y por otra, a las condiciones de funcionamiento de estos sistemas, exposición a impactos, vibraciones, etc, es necesario realizar un mantenimiento preventivo del mismo, para evitar la emisión de refrigerantes a la atmosfera,  evitar costosas reparaciones, y en consecuencia evitar la necesidad de recargar los sistemas. No hay que olvidar, que si se reduce la necesidad de carga, también se reduce la necesidad de fabricación de refrigerante, por tanto,  se reducen también de forma indirecta las emisiones de CO2, que tienen un gran efecto invernadero.

PUNTOS A CONTROLAR EN UN MANTENIMIENTO

Filtro habitaculo

Sustitución anual o cada 10.000 km. Mejora la efectividad del sistema de A/A y calefacción.  Aumenta la calidad del aire en el interior del habitáculo.

Si el vehículo circula por ambientes contaminados, sustituir cada 6 meses.

LIMPIEZA DEL CONDENSADOR, RADIADOR, INSPECCIÓN VISUAL DE MANGUERAS Y ESTADO DE CORREA COMPRESOR

Anualmente, verificar la ausencia de aceites o elementos que obstruyan el paso de aire al nivel del condensador o del radiador de agua.

Anualmente, verificar  el correcto funcionamiento de los ventiladores.

DESINFECCIÓN DEL EVAPORADOR 

Las condiciones de temperatura y de humedad que se dan en el evaporador son optimas para la proliferación de microorganismos. Estos microorganismos son los responsables de malos olores, y pueden producir infecciones respiratorias. Para combatir la presencia de estos microorganismos es necesario utilizar regularmente productos desinfectantes.

La frecuencia de aplicación de estos productos depende de la capacidad de reproducción de los microorganismos, que también depende de la zona dónde transite el vehículo, y conductas de sus ocupantes.

En caso de no presentar sintomatología alguna, se recomienda aplicar el tratamiento, al menos cada tres o dos años.

RECUPERACIÓN, RECICLAJE, VACIO Y CARGA DE REFRIGERANTE Y ACEITE

Verificar la cantidad de refrigerante presente en el sistema cada dos años. Para ello, es necesario realizar un proceso de recuperación, y pesar la cantidad de refrigerante obtenida. Si la cantidad obtenida es inferior a la nominal del circuito, indicada en la etiqueta correspondiente será necesario verificar la ausencia de fugas, antes de recargar el sistema. Verificar el estado del aceite recuperado junto con el refrigerante, si está degradado, realizar limpieza de circuito, introducir aceite nuevo.